Organiza bien tu viaje, planifica todo con antelación para así evitar “impactos” en el entorno. Además, podrás obtener tus servicios con precios más económicos.
Elige un medio de transporte para desplazarte a tu destino, que, en la medida de lo posible, respete el medio ambiente. Durante tu estancia en destino, opta por transportes de conducción eficiente que ahorren energía o con reducidas o nulas emisiones contaminantes. Intenta usar el transporte público y, cuando sea viable, moverte en bicicleta o andando.
Intenta alojarte en alojamientos sostenibles. Alojamientos que sean responsables con el medioambiente en función de su enclave, de los materiales con los que están construidos o del tipo y uso de las energías.
Usa dispositivos electrónicos. Es una forma de reducir el consumo de papel y evita generar residuos de más. Lleva billetes, documentación del seguro, mapas o facturas en formato digital en tu Smartphone.
No derroches energía. No te despreocupes por el gasto de agua o electricidad al alojarte en el hotel donde ya está todo pagado. Además de a las cuentas del negocio, con este ahorro energético estás ayudando al territorio al que has viajado y al planeta en general.
Respeta la naturaleza de la zona. Trata de no degradar el ecosistema de la zona que se visita, los espacios naturales (sobrepasar zonas acotadas, tirar residuos…), los animales y las plantas. Hay que evitar también comprar objetos fabricados con materiales conseguidos por métodos como la caza ilegal. A la hora de comer, hay que tener en cuenta las temporadas de veda de ciertos mariscos o animales de caza, ya que hay locales que no las respetan.
Contribuye con la economía local. Consume productos y servicios propios de la zona y que dinamicen su economía, es decir, que impliquen a otras personas y empresas del territorio.
Empatiza con la población local. Viajar implica relacionarse con las gentes del lugar que visitas y, para ello, es necesario conocer, comprender e intentar adaptarse a su carácter, hábitos, normas y costumbres.
Minimizar la generación de residuos. Para no generar basura de más es bueno que, se utilicen bolsas o botellas reutilizables y se eviten las vajillas y cubiertos de plástico. Además, es bueno fijarse en cómo se recicla en la ciudad.
Difundir. Cuando se esté de vuelta de tu viaje, es positivo reflexionar sobre lo que se ha conocido y aprendido y sobre los logros como turista responsable. Es recomendable difundirlo entre amigos y familiares y compartir con ellos las prácticas y las ventajas del turismo responsable.